La Posada de los Portales de la localidad de Tomelloso, es un bonito ejemplo de arquitectura popular edificado a mediados del siglo XVII, con soportales de madera y estructura de una típica venta manchega, que ha sido escenario de algunas aventuras del genial detective Plinio, creado por el escritor Francisco García Pavón.
Levantada en la segunda mitad del siglo XVII, la Posada de los Portales tiene tres pisos más camarones. Su puerta principal está mirando hacia la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora.
En su fachada presenta las peculiares galerías de balaustres torneados, al estilo de las corralas o corrales de comedias, levantados sobre un soportal formado por cuatro columnas toscanas (dos de sus capiteles están restaurados) y dos pilares, mientras que la galería superior se levanta mediante vigas sobre zapatas.
En los dos pisos tiene balconadas corridas de madera.
El interior conserva una estructura de venta manchega con patio-corral, y el antiguo hogar con su castiza cúpula y las originarias vigas de madera en el techo, tan características de la arquitectura manchega, además de conservar la cocina primitiva con una gran campana-chimenea.
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La Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, construida a principios del siglo XVII, si bien ampliada en varias épocas hasta su configuración actual, tiene planta en forma de cruz latina, con su cúpula y naves laterales, siendo su fábrica de mampostería, en algunas zonas revocada y en otras vista, excepto por el lado oeste por donde se encuentra la torre y portada principal, que es mayoritariamente de sillares.
La primitiva Parroquia contaba con una única nave, encontrándose pendiente de ser levantada su torre y campanario, siendo su advocación la de Nuestra Señora de la Concepción. Durante el siglo XVII, se dio principio a la construcción de varias capillas laterales por piadosos fundadores, se prolongó su única nave, ubicándose en su cabecera el altar de Nuestra Señora de la Paz, y se levantó la torre, que quedó concluida en 1689.
En el siglo XVIII la nave fue aumentada con el crucero y sus dependencias anejas, dando así a su planta la actual forma de cruz latina. Además, se construyó la capilla del Baptisterio (1740) y se trasladó el altar de Nuestra Señora de la Paz a una de las capillas. También en este siglo fue construido el retablo mayor (1776) y se fijó por Patrona y titular de la iglesia a Nuestra Señora de la Asunción.
En 1936 fue derribado el esquinazo de la Capilla del Baptisterio para así ampliar la entrada a la calle Doña Crisanta Moreno desde la Plaza de España, mientras que ya durante la guerra civil fueron saqueadas y quemadas practicamente todas las imágenes y retablos, además del archivo parroquial, siendo donadas sus campanas al Ministerio de Guerra para hacer metralla en 1937.
Finalizada la contienda se abrió nuevamente al culto a la vez que se realizaban diversas obras de restauración en su interior, todo ello unido
a la compra de nuevas imagénes y ornatos, junto a nuevas campanas, en buen número de casos mediante suscripción y donación popular